> ¡Quiero ser grande! Una campaña que nos invita a trabajar juntos para marcar la diferencia en la vida de los niños y sus familias.
"Quiero ser Grande": un rayo de esperanza en medio de un difícil camino
La campaña "Quiero ser Grande", ahora en su quinta edición, es un faro de esperanza en este oscuro panorama. Su objetivo es simple pero poderoso: brindar un apoyo integral a los niños afectados por el cáncer y a sus familias. Esta iniciativa ha reunido a entidades de salud, fundaciones, ONG, organismos gubernamentales y empresas privadas en un esfuerzo conjunto para construir redes sólidas y resilientes de apoyo.
María del Pilar Carbonell, de la Fundación Divina Providencia, lo expresó claramente al afirmar: "Nos unimos para construir una red integral de apoyo que abarque aspectos médicos, emocionales y educativos. Unidos, somos un faro de esperanza iluminando el camino hacia la curación y el bienestar infantil, construyendo puentes hacia un futuro más saludable y pleno de posibilidades".
La campaña también enfatiza la importancia de la detección temprana y la prevención, educando a la población sobre los signos y síntomas del cáncer infantil y promoviendo la importancia de los controles de salud regulares.
Las cifras del cáncer: una realidad que no podemos ignorar
Sin embargo, las cifras nos confrontan con una realidad inquebrantable. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 300,000 niños menores de 19 años son diagnosticados con cáncer cada año a nivel mundial.
Y aunque los avances médicos son prometedores, todavía perdemos alrededor del 20% de estos valientes luchadores. Estas cifras no son solo estadísticas, son vidas truncadas y familias afectadas. En Colombia, el cáncer infantil es la segunda causa de muerte entre los niños, lo que resalta la urgencia de abordar este problema de manera efectiva.
Detectar el cáncer a tiempo: la importancia de la prevención
La diversidad en los tipos de cáncer infantil añade un desafío adicional. Desde la leucemia hasta los tumores cerebrales, cada tipo de cáncer presenta sus propias complejidades y desafíos de tratamiento. Pero en medio de esta oscuridad, hay destellos de esperanza en forma de tratamientos innovadores como la Inmunoterapia y la terapia dirigida, que ofrecen una luz tenue en el horizonte de la enfermedad.
La detección temprana es fundamental, y todos debemos estar atentos a las señales de alerta. La pérdida de peso inexplicada, moretones inexplicables y dolores persistentes deben ser tomados en serio y abordados con prontitud.
En Colombia, la Ley 1388 del 2010 y el Decreto 1389 del 2010, reglamentado según el Decreto 647 del 2022, buscan garantizar el derecho a la vida de los niños con cáncer. Estas leyes no solo optimizan los servicios de atención, sino que también priorizan el flujo de recursos hacia las instituciones que atienden a estos niños.
Pero más allá de las leyes y las políticas, el cáncer infantil exige una respuesta colectiva. Cada niño que lucha contra esta enfermedad merece nuestro apoyo y compromiso. La conciencia pública debe traducirse en acciones tangibles: financiamiento para la investigación, apoyo a las familias afectadas y educación sobre la detección temprana.
El tiempo para la acción es ahora. Cada día que perdemos es un día en el que el cáncer infantil se lleva más vidas. No podemos permitir que eso suceda. Es hora de unirnos como sociedad, como comunidad global, para enfrentar esta enfermedad y brindar un futuro lleno de esperanza y oportunidades para cada niño afectado por el cáncer.
Créditos Redes Sociales
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